Si en realidad queremos un acuerdo de paz con las FARC debemos proteger el que tenemos

No nos digamos mentiras, si en realidad queremos un acuerdo de paz con las FARC, tenemos que trabajar en el sentido de construirlo, de proteger la negociación que ya tenemos y, si se puede, de mejorarlo. Pero si la posición es que NO se quiere ese acuerdo, que se busca el sometimiento de una guerrilla que no fue derrotada ni pudo vencer al ejército, entonces díganlo y no alarguen más esta historia. Que se arme todo el mundo y otra vez a la guerra.

Esas son las dos opciones que tenemos en Colombia, respaldar un acuerdo de paz que luego de cuatro años (o más) está prácticamente listo para implementarse, o volver a la guerra que de alguna manera, hasta donde entiendo, es lo que promueve Álvaro Uribe con su No pero Sí.

Álvaro Uribe Vélez gobernó a Colombia durante 8 años y un poquito más, porque se supone que por lo menos el inicio del primer gobierno de Juan Manuel Santos, también obedecía a Uribe y… ¿qué pasó durante ese tiempo? ¿Acaso vimos  voluntad de construir una paz dialogada? No señores, jamás se expresó o mostró ese interés.

Uribe fue elegido por un pueblo que creyó en su promesa de derrotar a la guerrilla por la fuerza y no lo logró. Esa es una realidad que debe aceptar, porque ese hecho es el que permite que en el gobierno de Santos se inicie la búsqueda de una paz negociada y que esa negociación haya avanzado hasta donde estamos en este momento. Con una propuesta de paz elaborada, un país confundido y dividido por quienes promovieron rechazar el plebiscito por la paz con engaños y truculencias, es sano que paremos y exijamos a quienes promueven el NO al plebiscito que nos digan claramente si en realidad están dispuestos a llegar a una paz negociada o NO.

Para qué botar más corriente con el cuento de que hay que "mejorar" un acuerdo "dañino" si el propósito es que nada de lo que implica una negociación se aceptará.

Si Álvaro Uribe y sus seguidores no van a aceptar el resultado de unos acuerdos negociados por representantes de dos bandos que se mostraron incapaces de derrotarse, es mejor que lo diga de una vez para que los ciudadanos tengamos claridad respecto a qué nos enfrentamos.

Negociar con las FARC partiendo de la premisa de que no podrán optar a cargos políticos o acogerse a la justicia transicional (que sí sirvió para la negociación con los paramilitares), significa que no habrá negociación, así que lo mejor que pueden hacer por el país quienes tienen esa posición y la capacidad de imponerla, es expresarla y de una buena vez decirnos cuánta gente y cuánta plata van a poner para la guerra en la que seguiremos, pero por favor, no nos traten como si fuéramos imbéciles porque no lo somos.

No nos digan que están por la negociación, siempre y cuando al otro no se le dé nada, porque así no se negocia. Mejor, y aunque sea por una vez en la vida, digan lo que de verdad buscan para que Colombia esté preparada para lo que se le viene encima.

Repito: no nos digan más mentiras.

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